Dans le numéro du 27 novembre 2018, signalé à nous par Rolando Atlas Saavedra Villegas (Tomé), cet article sur les “retrouvailles” de Polymnie (volée au Cerro San Lucia) (entre autres), l’Invierno (Hiver), volée il y a 20 ans, une République disparue de Valparaiso. Une valeur importante pour ces fontes du Val d’Osne : aussi, le sculpteur et restaurateur Luis Montes Rojas constate que les sanctions ne sont pas assez dissuasives :
” Luis Montes Rojas, escultor y restaurador “Las penas no son disuasivas”
Luis Montes Rojas es escultor, restaurador y académico de Facultad de Arte de la U. Chile. Junto a su padre, Luis Montes Becker, restauraron de la escultura de Rebeca Matte“ícaro y Dédalo”.
A su juicio, lo ocurrido en la casona Schüler da cuenta de la falta de herramientas para proteger el patrimonio y de una normativa más fuerte. “Las penas no son lo suficientemente disuasivas para evitar este tipo de delitos. Lo mismo ocurre con los actos vandálicos sobre el patrimonio público”.
Agrega que “si una persona es coleccionista, tiene conocimientos específicos sobre el área, por lo tanto debe saber cuál es el origen de una pieza. Hay una responsabilidad inherente al hecho de ser un coleccionista de obras de arte y también a quienes venden estas obras, como son los anticuarios”.
Diario La Segunda 2018-11-27 | 2 : Sociedad
La historia de las millonarias esculturas robadas que estaban en el jardín de Schüler
«Polimnia» estuvo en el centro de Santiago y data de la época de Benjamín Vicuña Mackenna. Había desaparecido en 2014.
Por P. Pino M.
En el siglo XIX la Fundición de Val D’Osne ofrecía conjuntos de cuatro estatuas de hierro con las estaciones del año: «Verano», «Otoño», «Invierno» y «Primavera». Aveces, cuando el interesado no las quería todas, le exhibía una sola o un par. Ese es más o menos el origen de dos «Inviernos» existentes en el Cementerio General hasta 1998. Ese año ya no fueron dos, porque la que estaba frente al crematorio, por el lado de Avenida La Paz, desapareció y nunca más lo volvieron a ver hasta hoy en la mañana, en un cuartel policial.
La pieza figuraba entre las once esculturas que la PDI encontró en la hacienda de Raúl Schüler en San Francisco de Mostazal. Junto a ella había otras nueve piezas que también estuvieron en el cementerio. La gran diferencia es que el «Invierno» es de fierro fundido y por eso tiene una tasación que parte en los 200 millones de pesos. El resto de las piezas del cementerio son de mármol de Carrara, elaboradas en esa zona de Italia durante el siglo XIX y su valor comienza en los 100 millones de pesos. El «Invierno» estuvo desde 1965 frente al Crematorio. Hasta que desapareció.
Podría ser la pieza que llevaba más tiempo perdida entre las once que fueron recuperadas. Esto, en la medida que los representantes del Cementerio General y los policías de la Brigada de Delitos contra el Medio Ambiente y el Patrimonio (Bidema) de la PDI terminen de identificar a las otras que aún no están referenciadas. Ya tienen, eso sí, cuatro individualizadas: una estatua que estaba en un pedestal en la tumba del mártir bomberil Germán Tenderini y que desapareció antes de 2006; otra pieza de la tumba de Venancio Vicuña que alguien se llevó en 2013; una de la familia Bacigalupo Devoto perdida en 2011 y una cuarta, de la familia Bianchi Silva, robada en 2008.
El hallazgo se produjo porque en una publicación regional se identificó a «La República», una obra de fierro fundido que el 2003 se habían robado desde la Plaza Rubén Darío, en Valparaíso. Esta plaza está en calle Altamirano, a los pies de la Escuela Naval. Ese no fue el primer punto donde pusieron «La República», en todo caso. Fue encargada a Francia por el intendente Francisco Echaurren y recién la instalaron en esa plaza en 1944, luego de permanecer 38 años guardada en una bodega en espera de un lugar, porque el que tenía fue destruido por el terremoto de 1906 en el puerto.
Musa griega
Una historia semejante es la que tiene otro de los hallazgos, el único que hasta ahora corresponde al cerro Santa Lucía. Se trata de «Polimnia». Referida a una figura de la mitología griega —hija de Zeus y Mnemósine, era la musa de la poesía— la obra que está en Chile la trajo en el siglo XIX Benjamín Vicuña Mackenna. Venía con un puñado más de trabajos que sirvieron al entonces intendente para terminar de alhajar el cerro Santa Lucía. La «Polimnia» original es una pieza de mármol que está en el Museo del Louvre. Los hombres de Val D’ Osne le hicieron un molde y luego se dedicaron a fabricar réplicas en hierro.
«Polimnia» estuvo hasta enero de 2014 instalada en una pequeña plazuela que hay en la subida vehicular del Santa Lucía, por la calle Agustinas. Esta mañana, tal como en el caso de los representantes del cementerio que llegaron al cuartel de la PDI, las personas que fueron a nombre de la Municipalidad de Santiago se encontraron por primera vez con la pieza robada luego de más de cuatro años. Ahora bien, respecto a la técnica para sustraer las piezas, sobre ese punto todavía no existe claridad. Entre los expertos que esta mañana concurrieron a la PDI existía la sospecha que como se trataba de obras muy antiguas, fijadas con sólo un pivote a un pedestal, existe la posibilidad que hayan sido removidos inclinando las piezas para así aprovechar su propio peso.
Aunque de un tamaño muchísimo menor, las arquillas —o cofres— que estaban en el Museo Colonial de la Iglesia San Francisco, también poseen una trayectoria, incluso anterior a las esculturas sepulcrales. Se trata de dos piezas de plata hechas en el siglo XVIII y pese a las apariencias, tienen un origen distinto. Una de ellas fue hecha en los talleres de la Compañía de Jesús en Santiago, tal como otros dos candelabros que también estaban entre el material recuperado. La segunda arquilla, en cambio, había sido hecha por artesanos de la orden pero en Perú.